¿Será que está mal visto querer de forma altruista?
Llegado a cierto punto de una vida humana, uno intenta cambiar las reglas de juego, y aspira a la chance de no ser. Corroemos todo tipo de alusión amorosa y no perdonamos siquiera una ilusión humana, las transformamos hasta lograr una especie de mutación vasta y dolorosa en la que la esperanza se entrelaza con la realidad, la crueldad y la insania. Es así como surge, de esta acción inhumana y extraña, un misterio cuasi infinito que sobrevalora de manera incontenible a las oscuras pero cálidas regiones de la cordura, e incluso del amor. Este comportamiento, esta idea cerviz a uno mismo es completamente vana cuando de afecto se trata. Cuando el querer, sin quererlo realmente, comienza a predominar en la mente y hasta en el corazón, eligiendo y separando cada sentimiento para que sólo unos cuantos prosperen… cuando una persona entra y revoluciona tus sentidos, envuelve tus días y noches, te pierde entre abrazos y besos llenos de una felicidad nunca antes sentida… cuando simplemente te cambia la vida, no es posible abandonar esa concentración de sentimientos que despertaron al roce de una mano cálida alrededor de tu cintura, seguida de un suspiro infaltable… Eso es amor ¿no?
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