Estoy harta de vivir con una enfermedad de mierda. Harta de tener que guardarme todo. De no poder decir lo que siento. De haber estado tan mal y que nadie de mi familia me haya dado una mano. De darme con lanza para olvidarme de los motivos anteriores.
Harta de perderte para encontrarte y volver a perderte. De que nunca nadie me haya dicho nada. De que sean todos garcas. Del capitalismo. De vivir.
De no poder sostener nuestra relación como debe ser. De parecerme tanto a quien odio. De los hombres. De las mujeres. De mi familia. De no querer salir ni a la esquina. De andar escondiéndome por estar depresiva. De las ranchadas caretas. De la gente que es colorada. De la gente que es rubia natural. De las flacas. De las gordas. De Ana y Mia y SI. De todas las marcas que tengo en el cuerpo. De las que voy a tener mas adelante. De que nadie me diga nada. De que siempre me echen la culpa de todo. De hacer lo que me gusta a escondidas.
De fumar. De no poder dormir. De dormir y no haber descansado nada. De la parálisis de sueño. De mi panza. De mis uñas. De la gente que va a comer a mi trabajo. De los sueños que me gustaría cumplir. De mi sindrome de Peter Pan. De querer ser una nena. De decir: YO SOY INMORTAL para sobrepasar un miedo. De mi miedo a la oscuridad. Y sobre TODO eso, lo que mas me hace llorar, es no poder proyectar un futuro. No verme atravesando los veinte años.
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